El Poder de la Gratitud

 

Fuente: http://hongostibetanos.com/

 

 

En lo personal, la considero tan importante para conseguir los logros que tanto se anhelan, como vivir una vida plena y con sentido, que siempre la escribo con mayúsculas, casi como una muestra de agradecimiento a lo que este concepto me ha traído a mi experiencia personal.

 

No conozco a ninguna persona que sea verdaderamente feliz, que no reconozca en la Gratitud una fuente de energía sin límites, y es precisamente de esto lo que quiero comentar en esta oportunidad.

 

Muchas personas se sienten muy orgullosas de sus logros personales, porque en muchos casos esos logros han implicado grandes sacrificios. No todo el mundo está dispuesto a estudiar duro, trabajar duro o soportar una difícil situación. Pero quien se anima, y logra resultados satisfactorios merece sentirse orgulloso de lo que fue capaz. Pero lo maravilloso de esa experiencia es que buena parte de ese éxito dependió de variables que estaban muy lejos de su alcance. En otras palabras, ese éxito dependió en buena parte de la acción de personas que tal vez nunca lleguemos a conocer, pero que por hacer bien su parte, contribuyeron a que nuestros logros llegaran a ser posible.

 

Ahora mismo estoy comunicando esta idea por medio de herramientas que en lo íntimo no tengo idea cómo funcionan. Sé que en el alma de mi computador existen súper carreteras por las que circulan alocados electrones que unidos a redes más complejas, que tampoco entiendo, hacen posible que estés leyendo mis palabras. Esto es el fruto del trabajo e ingenio de muchas personas que jamás llegaré a conocer, pero de cuyo esfuerzo tú que lees y yo que escribo nos estamos beneficiando. En otras palabras, el éxito de esta comunicación está dependiendo de la acción de terceros que no podemos controlar, pero que por estar ahí, ocurre. Que notable. Ante esto, simplemente digo: Gracias por hacerlo posible.

 

Ahora pongamos la mirada en el telón de fondo. Toda esta buena voluntad que mencioné antes depende de que algo muchísimo más grande esté ahí para que todo lo demás funcione. Me refiero al poder infinito de la Naturaleza, que no es un poder alocado fuera de todo propósito. Más bien, es un poder inteligente dispuesto a darnos lo que necesitamos para nuestro bien, no como algo ajeno, sino como algo propio, pues nosotros como seres humanos, somos parte de la Naturaleza. No es un “afuera de”, sino un “adentro de”.

 

Este último tiempo hemos estado experimentando una muestra de ese poder. Estoy pensando en nuestros apreciados Hongos Tibetanos. Desde que iniciamos esta red de solidaridad hemos escuchado de tantos testimonios de personas que se han recuperado que no puede ser considerada una experiencia aislada. Es el resultado de una acción en nuestro cuerpo que no tiene que ver con nuestra capacidad de control, pero que sin embargo nos trae bien. ¿No deberíamos experimentar un sentimiento de Gratitud, por lo que la acción de la Naturaleza hace en nosotros? Pienso que sí. Al hacerlo, nuestro cuerpo abre sus puertas a las posibilidades positivas de recuperación de nuestras dolencias.

 

Los nativos tenían razón al llamarla Madre Naturaleza, Pachamama, u otros nombres afines. Con su poder nos acuna y nos sana. Es como el niño que se lastima, siente un dolor inmenso, pero al llegar a los brazos de su madre despeja todas sus inseguridades y vence su dolor y miedo, y el niño se calma. Un abrazo, y el dolor quedó preso. Del mismo modo, ese poder de la Naturaleza despierta en nosotros los poderes de autosanación. Para ayudarnos, nos provee de los medios para que la naturaleza en nuestro interior retome su equilibrio, y recuperemos la plenitud.

 

Quisiera invitarte a que la próxima vez, un segundo antes de beber tu próximo vaso de agua de Hongos Tibetanos, invoques con cierta reverencia la palabra Gracias. Te aseguro que notarás la diferencia.

 

Al terminar, quisiera recordar las palabras del cierre de la película “El Secreto” de Rhonda Byrne, donde el Dr. Michael Beckwith  dice:

 

“Creo firmemente que usted es grandioso, y hay algo magnífico en usted. Sin importar qué haya ocurrido en su vida, sin importar qué tan joven o viejo usted crea que es, en el momento que empiece a pensar correctamente, ese Algo en su interior, ese Poder más grande que el mundo, empezará a emerger, dominará su vida, lo nutrirá, lo vestirá, lo guiará, lo protegerá, lo dirigirá. Sustentará su existencia misma, si usted se lo permite… y eso lo sé con certeza”

 

Una excelente razón para vivir agradecido.