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May 12, 2020
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Por qué el paso del tiempo se siente tan extraño en cuarentena

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Marzo duró 30 años y abril 30 minutos ¿Qué es lo que está sucediendo? Hablamos con un filósofo del tiempo para averiguarlo.

Esperen ¿Qué pasó con abril?
Si eres como yo, es probable que hayas volteado la hoja de tu calendario hacia mayo (porque si eres como yo, tienes varios calendarios colgados en la pared), y hayas sentido una confusión desconcertante ¿Cómo es que un mes entero puede desaparecer durante la cuarentena? Especialmente después de que marzo se haya prolongado por 72 años.

Por la cuarentena, nuestro reloj biológico interno cambió y eso produce anormalidades en el sueño
Tiene que haber una razón para esta sensación desorientadora de que el tiempo es maleable e inconsistente, ¿verdad?

Decidí averiguarlo. Así que llamé al doctor Adrian Bardon, profesor de filosofía en la Wake Forest University (Carolina del Norte, Estados Unidos) y autor del libro Una pequeña historia de la filosofía del tiempo (A Brief History of the Philosophy of Time). También co-editor (con Valtteri Arstila, Sean Power y Argiro Vatakis) del libro Las ilusiones del tiempo: ensayos filosóficos y psicológicos del tiempo y la percepción temporal (The Illusions of Time: Philosophical and Psychological Essays on Timing and Time Perception). Aún me refiero a él como “el hombre tiempo”, lo cual seguramente sea una etiqueta que le parecería demasiado simplista.

De todos modos, Bardon estudia la “filosofía del tiempo”, es decir, cómo los variados procesos psicológicos que hacen a nuestro entendimiento del tiempo afectan la manera en la que vemos al mundo (también conocido como “por qué marzo se sintió tan largo y abril tan corto”). Cuando hablé con él, me aclaró por qué gran parte de este período de cuarentena se siente tan interminable y, a su vez, como si hubiera pasado en retrospectiva. Pero también, me explicó todas las formas en las que percibimos el tiempo y cómo esas percepciones cambian según nuestra situación.

También hablamos sobre cómo las personas que tienen trabajos muy estresantes pueden estar experimentando el tiempo de forma diferente, cómo los niños tienen menos problemas de adaptación que sus padres y cómo algunos de los sentimientos provocados por la cuarentena pueden ser similares a la experiencia de personas que luchan contra la depresión.

Esta entrevista ha sido ligeramente editada por su extensión y claridad.

El tiempo se siente bastante variable en este momento. Marzo aparentemente duró 30 años y abril 30 minutos, al menos a mi parecer ¿Tiene alguna teoría sobre por qué es así?

Realmente comprendo lo que dices. Sospecho vigorosamente que es una sensación universal -la cuarentena está durando un montón, pero los días pasan volando-. Terminas con esta sensación muy confusa de que está pasando muy rápido pero a la vez, por Dios, ¿cuándo se va a acabar?
Lo que realmente quiero enfatizar es lo siguiente, a modo de prefacio de lo que muestran los datos sobre esta pregunta: lo que llamamos el tiempo interno, o tiempo subjetivo, es muy complejo. No hay tal cosa como un reloj interno que podamos comparar con uno externo. Nuestros cerebros son esos sistemas ad-hoc realmente complejos que realizan muchas funciones al mismo tiempo. Están constantemente integrando información y coordinando acciones.

Entonces, lo que llamamos nuestro reloj interno es, en verdad, un montón de relojes internos. Tenemos múltiples sistemas, todos ellos influenciando la percepción subjetiva del tiempo. Tenemos sistemas para regular nuestras funciones corporales, como nuestro ciclo de sueño. Estamos constantemente interpretando y sincronizando múltiples modalidades sensoriales -nuestra información auditiva debe estar integrada y sincronizada con lo que estamos percibiendo visualmente, por ejemplo-. Estamos siempre cambiando nuestra atención y regulándola. Estamos constantemente integrando recuerdos y anticipándonos para hacer planes y realizar acciones críticas.

Entonces, hay un montón de cosas que suceden al mismo tiempo, y todas tienen que ver con nuestro sentido interno del paso del tiempo. Y con toda esa complejidad, no es de extrañar que a veces nuestra sensación del paso del tiempo se vuelva rara bajo circunstancias confusas o cuando estamos de mal humor.

Obviamente, la cuarentena extendida debido a una pandemia mundial es una de esas circunstancias confusas, pero ¿hay algo que quizás la distinga o la haga diferente de otras circunstancias extrañas?

La percepción del tiempo es un campo de estudio muy complejo, pero hay algunos factores generales que sabemos que tienen una mayor influencia en la percepción temporal, y que se están viendo involucrados en esta situación de cuarentena.

La percepción subjetiva del tiempo principalmente tiene que ver con la combinación de emoción y atención. El tipo de emoción que experimentamos afecta el tipo de atención que debemos prestar, combinado con nuestras circunstancias externas. Cuando estamos relajados y compenetrados con algún tipo de rutina o actividad productiva, experimentamos lo que los psicólogos llaman flujo (flow en inglés). El flujo es esa atención relajada, dirigida hacia el exterior, que puede ser agradable y relajante. Es exactamente como cuando dices que te perdiste en ti mismo. El flujo puede resultar de diferentes actividades, para diferentes personas. Puede ser tejer, hacer carpintería, tocar un instrumento, jugar al golf o hacer yoga.

Estar en esta situación de cuarentena también implica ciertas demandas en nuestra atención, pero son distintos tipos de demandas. No importa cuál sea la situación de tu vida en este momento, probablemente estés experimentando algún tipo de estrés y ansiedad, y seguro tu rutina se vio interrumpida. Seguramente no estés haciendo lo que normalmente harías. Te has salido de tu rutina y de tu flujo.
Entonces, terminamos con lo opuesto al flujo: una negativa atención dirigida hacia adentro, bajo lo que llamamos carga cognitiva. Es decir, tener muchas cosas en la cabeza. Desde la psicología, el opuesto del flujo se llama rumiación. Son pensamientos repetitivos, negativos y obsesivos sobre la situación y sobre las tareas con las que estás involucrado. Por lo tanto, ese estado de rumiación está estrechamente asociado con la percepción subjetiva del tiempo que se ralentiza y arrastra.

Has mencionado esta cosa paradójica: sentimos que el tiempo se volvió lento y a la vez que pasa volando. Eso viene de la misma situación: estamos fuera de nuestra rutina, fuera de nuestra estructura. Estamos quedándonos sin tareas que normalmente nos hubieran hecho sentir productivos y habilidosos. Se siente más como si estuviéramos avanzando poco, o como si estuviéramos lidiando con situaciones que no queremos lidiar. Y luego, en nuestra retrospectiva del paso del tiempo, parece que las cosas pasaron muy rápido porque realmente no logramos realizar nada.

Hay una diferencia entre nuestra sensación de la duración del tiempo mientras éste pasa, y nuestra mirada retrospectiva del paso del tiempo cuando ya quedó atrás. Ambas pueden coincidir entre sí, y otras veces pueden divergir. En este caso, la combinación de una emoción negativa y una atención dirigida hacia adentro hace que su día a día se vuelva intolerable y pesado. Cuando miramos hacia atrás al final del día, nos preguntamos “¿a dónde se fue el día?, no hice nada”. O miramos el paso del mes y decimos “¿a dónde se fue abril? ¿Ya estamos en mayo?”.

Como mencioné, no existe una única medida de tiempo subjetiva. Es un sistema grande y complejo. Y lo que tenemos hasta ahora es que nuestros diferentes sistemas nos están brindando diferentes informaciones sobre el paso del tiempo.

Déjame intentar resumir lo que has dicho para ver si puedo comprenderlo. Marzo se sintió más largo porque podías mirar atrás hacia la primera mitad de marzo, antes de estar en cuarentena, y decir “bien, todo esto sucedió”. Y en la segunda mitad del mes, las personas se vieron obligadas a salir de sus rutinas, de su flujo. Pero abril ha sido lo mismo una y otra vez y, en retrospectiva, se sintió mucho más corto ¿Lo comprendí bien?

Por supuesto, esto varía de individuo a individuo. En marzo has podido tener más atención hacia afuera. Habían más cosas sucediendo fuera de tu hogar y más proyectos que podías hacer. En abril, todos se asentaron en la situación de estar atrapados en casa. Mientras más lo sientes así, más te encuentras en esa situación, y empiezas con la rumiación. Vuelves una y otra vez a las cosas que más te están molestando.

Sabemos por estudios en ciencias cognitivas que si pones a las personas en una situación estresante -estudiamos a las personas que sufren depresión, y a las que son impulsivas y no pueden concentrarse-, todos ellos sentirán subjetivamente que los períodos de tiempo son más largos, especialmente cuando no están haciendo nada productivo. Ellos repararán luego en el hecho de que fue mucho tiempo y que éste fue bastante desagradable.

El tipo de personalidad tiene un poco que ver con esto. Las personas que son más fatalistas en su perspectiva, o las personas que están relajadas y contentas en sus trabajos y actividades, tendrán mucha menos sensación de que el tiempo se ralentiza.

Me pregunto cómo esos sentimientos pueden diferir de alguien que trabaja en una tienda y de alguien que está realmente ocupado y también en alguna situación peligrosa ahora mismo ¿Cómo puede diferir su experiencia de la de otro profesional?

Tienes a empleados de tiendas, trabajadores en las primeras líneas de la atención médica, repartidores de delivery. Ellos hoy se encuentran muy ocupados. Y, por lo general, cuando estás realmente ocupado, el tiempo pasa volando. Pero todos ellos están, imagino, experimentando mucho estrés, y esa emoción negativa sofoca el trabajo que están realizando. Entonces, mientras hacen el trabajo, es probable que tengan pensamientos ansiosos sobre sí mismos, sobre su trabajo, sobre sus familias, y eso hace que el tiempo se pase.

Necesitamos estudios para esto. Ayer recibí un cuestionario de un colega mío de la Universidad de Atenas, que dirige una organización llamada Timing Research Forum. En este momento, están haciendo un estudio longitudinal donde las personas completan cuestionarios sobre su experiencia subjetiva con el tiempo en cuarentena, y sobre otras cuestiones como la calidad de su sueño, que definitivamente es un factor que puede crear más de este efecto negativo. Así que estamos en este proceso de recopilar información.

¿Cómo afecta la calidad del sueño a nuestra percepción del tiempo?

Nuestros “relojes internos” están confundidos. La confusión está a la orden del día aquí. Por lo tanto, nuestros ritmos circadianos también se están afectando y muchas personas se están quejando de la calidad del sueño. Nuestros sistemas de temporización están desconectados y eso interrumpe nuestro ciclo normal de sueño. Y luego eso se alimenta de sí mismo, porque no hay mejor momento para reflexionar y tener pensamientos negativos que cuando estás acostado en la cama en medio de la noche y no puedes dormir.

Entonces, todo se reduce a esta confusión interna, nuestras sensaciones de la duración del día y nuestra mirada retrospectiva del paso del tiempo, están siendo tirados y empujados de múltiples formas a la vez. Si estamos experimentando emociones negativas, el tiempo se ralentiza. Si estamos cargados de tareas complejas de procesar, el tiempo se acelera. Pero si gran parte del complejo procesamiento está dirigido hacia adentro, el tiempo se vuelve más lento y no se logra hacer mucho de forma satisfactoria. Pero luego, el tiempo se acelera. Estamos experimentando todos estos factores al mismo tiempo. Es una gran confusión interna. Y, además, no dormimos bien.

Muchos amigos míos están haciendo la cuarentena con sus hijos ¿Qué se sabe sobre cómo los pequeños experimentan esta irrupción en su día a día?

Puedo responder a eso con una anécdota. Hay evidencia de esto que se está recolectando, pero en realidad estoy viendo esto con mis propios hijos, y también con mis estudiantes universitarios de entre 18 y 22 años.

Los niños más pequeños no están muy sobrecargados porque experimentan el flujo muy fácilmente. Se sientan con sus autos, y se pierden en su mundo imaginario con sus juguetes. Eso, que es relajante, ayuda a que el tiempo se pase. Les dices “es hora de ir a la cama” y ellos responden: “¡no, recién empiezo a jugar!”, cuando en realidad lo han estado haciendo por dos horas.

Ahora, me estuve reuniendo virtualmente por algunas semanas con mis estudiantes y debo decir que, mi impresión de ellos, es que están bastante preocupados. Se quejan de que no hay nada que hacer. Mi sensación es que están rumiando mucho, y que están angustiados sobre el futuro. Están mal por su falta de actividad, por lo que están actuando más como adultos que son más conscientes de las cosas de las que hay que preocuparse. Por lo tanto, no experimentan tanto esta sensación de estar ensimismados en actividades placenteras.

Justamente eso es lo que sigo alentando a que hagan, aunque también es increíblemente difícil ¡Realmente no estoy haciendo un buen trabajo siguiendo mis propios consejos! Aún pienso que el mejor consejo es involucrarse en proyectos constructivos que disfruten, como pasatiempos y cosas por el estilo. Aprende a tocar la guitarra o algo así. Personalmente sigo intentando hacer eso, pero luego me distraigo. Es duro. Toda esta situación mata al enfoque.

Mucha gente se está refugiando con otras personas ¿Cómo se ven influenciadas por la gente que nos rodea nuestras propias percepciones del tiempo?

Hay muchas variables, obviamente. Si es una buena relación, eso ayuda ¿Cuántas veces puedes tener conversaciones y actividades con la otra persona que quieres, que te permiten olvidarte de tus problemas por un tiempo? Es algo obvio. Sabemos que cuando nos sentimos deprimidos, queremos alejarnos y olvidarnos de las cosas por un tiempo. Eso es algo bueno. Tu pareja o tu familia pueden ayudarte con eso, pero también, pueden obstaculizarte, si quizás estás tratando de enfocarte en un proyecto y ellos están constantemente exigiéndote tu tiempo y distrayéndote. Sin ofender a mis hijos (se ríe), los amo, pero es casi imposible hacer algo durante cinco segundos.

Es precisamente concentrarse en un proyecto y enfocarte por un tiempo lo mejor que puedes hacer en este momento, en términos de la percepción del tiempo. Por lo tanto, tu familia y pareja pueden o bien ayudar, o interrumpir, según cómo sea la situación.

Idealmente, en la medida de lo posible, hay otras sugerencias obvias como salir, hacer ejercicio, tener interacciones positivas con otros seres humanos. Pero en términos de esta sensación de cuarentena que dura por siempre, y de estos sentimientos de confusión y ansiedad, aquellos proyectos en los que puedes perderte y luego mirar hacia atrás y tener esa sensación de logro, te harán sentir que ese fue un tiempo bien empleado.

¿Tienes una idea de cómo la experiencia de la cuarentena podría afectar nuestras percepciones del tiempo si ésta se prolongara durante meses -que con suerte no sucederá así?

 

 

 

No sería muy optimista acerca de que el estado de ánimo de las personas mejorará con el tiempo en estas circunstancias. Será muy específico según la situación del individuo, cuánto estrés está experimentando, qué está haciendo con su día. Si estás sentado en el sofá todo el día pensando en que vas a pasar un mal día, cuanto más dure, peor será la sensación.

Estoy muy preocupado por las personas que tienen condiciones de salud mental preexistentes. También por las situaciones de violencia doméstica. Me preocupa mucho cómo se verán las estadísticas en retrospectiva. Realmente estoy preocupado.

Pero también está la otra cara de esto: mucha gente parece estar involucrándose en la cocina gourmet y haciendo cosas por ellos mismos. Eso es mucho más saludable.

Fuente: www.vidapositiva.com

 

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Neurociencias
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