El arte es una necesidad ineludible del ser humano que pertenece a la esencia de éste y que le ayuda a comprender mejor la realidad.
¿Qué es arte?
Con mucha prudencia, se podría decir que el arte es un «lenguaje» con el que el hombre expresa la realidad humana física y espiritual captando lo exterior e interiorizándolo, para luego devolverlo a ese exterior desde su propia libertad creadora.
Desde un punto de vista filosófico el arte es contemplado como una actividad humana que expresa el espíritu de la realidad misma a través de un material sensible, ya sea un lienzo, una catedral o una escultura; lo cual se produce a través de cuatro componentes sin los que no habría arte: «el artista», que es el creador; «la realidad», que es la objetividad que se expresa; «la conjunción», que es la creación artística y «el resultado», que es la obra de arte.
El arte nos lleva a una dimensión de trascendencia que es necesaria para el ser humano y que no podemos alcanzar en esa modalidad de ninguna otra manera. Ya sea a través de la literatura en general, de la arquitectura, de la pintura, de la escultura o de la música el hombre desde que es hombre se ha visto motivado a crear artísticamente. Y algo que viene impulsado desde dentro como un mandato, es sin lugar a dudas una necesidad.
Puede ser que el arte no tenga un sentido práctico, tal y como nosotros, personas del siglo XXI envueltos en un mundo casi plenamente tecnológico, entendemos ese concepto al igual que le sucede a otras actividades como por ejemplo la filosofía. Pero es eso precisamente lo que hace que estas creaciones del ser humano tengan más valor, porque eso quiere decir que existen porque valen por sí mismas, en ellas reside su valor y no necesitan de nada exterior a ellas o de una finalidad práctica que les otorgue un sentido.
pero sin embargo, el arte y también la filosofía, en otro sentido, sí que son «algo» práctico, ya que sirven para conocer lo que es el hombre y lo que es y ha sido el mundo; lo que sucede es que para eso hay que esforzarse para alcanzar un nivel de comprensión a la que hoy día prácticamente pocos están dispuestos a involucrarse.
Hay quienes dan una definición de arte como «aquella actividad humana que trata de reflejar belleza», pero no podemos quedarnos en esa concepción tan simplista del término que supone inculcarle al mismo una reducción brutal.
Ésa no es la esencia del arte, es uno de sus aspectos, la expresión de belleza en una creación artística es algo «secundario» que puede ir añadido a la obra. El arte no trata principalmente de reflejar belleza, sino de reflejar la esencia de una realidad subjetiva, a través del artista, de forma que sea reconocida como propia por todos los receptores.
Por eso encontramos creaciones que sin ser bellas son auténticas obras de arte. Bien es verdad que en gran parte de las verdaderas obras artísticas las cosas son reflejadas de tal forma que, aunque lo que se muestre en ello sea feo, normalmente nos produce una impresión bella.
Pero el arte no nace por si solo, aun cuando podamos encontrar en la naturaleza cosas que nos parezcan una obra de arte, el arte es una creación humana, para que la obra de arte exista hace falta un creador, un ser con unas características particulares que lo convierten en artista, para lo cual hace falta mucho trabajo, así que no se crea que el artista es un ser privilegiado al que todo le viene dado como un don divino.
Dentro de las cualidades y características propias del artista también hay que señalar que éste refleja de una forma o de otra, ya sea directa o indirectamente, consciente o inconscientemente, el espíritu de su época y esto es algo que se produce porque el artista al igual que todo homo sapiens se encuentra determinado por su contexto histórico. Nadie puede saltar por encima del periodo temporal que le ha tocado vivir, al menos objetivamente. Sin embargo muchas obras de arte logran trascender las limitaciones del tiempo y el espacio y llegar hasta hoy y despertar las mismas emociones que tal vez sintieron otros habitantes de lejanos tiempos y lugares. de la misma manera que las obras de hoy podrán transmitir a generaciones futuras experiencias y emociones que solo el arte es capaz de transmitir.
Pablo Picasso dijo:
«Lo que más me sorprende es que tanta gente tenga la pretensión de comprender el arte. Me pregunto: ¿tiene sentido intentar comprender el canto de los ruiseñores?, ¿tiene sentido querer penetrar el misterio de la noche, de las flores, de las cosas bellas que nos rodean y que amamos? Sin embargo, cuando le toca al arte la gente pretende comprenderlo. ¿Por qué? Yo creo que la única cosa que la gente debe comprender es que el artista crea porque debe crear, porque posee su arte. El artista es solamente una pequeña, una pequeñísima parte del universo, y no merece más atención que los otros elementos que componen el universo, y que, como la obra de arte, proporcionan alegría, consuelo, emoción, paz.»
¿qué es verdaderamente la obra de arte desde un punto de vista profundo?
La obra de arte es el producto que obtiene el artista en su trabajo, a través del cual éste nos expresa la totalidad desde ella. De esta manera, nos damos cuenta de que la obra es aquello que intenta mostrar de una manera o de otra, sea desde el arte que sea, la realidad en su forma más plena. A veces sentimos el arte cuando una obra nos deja sin palabras, cuando nos situamos ante ella y la contemplamos con detenimiento nuestro ser queda «impactado» por tal expresión de realidad.
La obra de arte no es por lo tanto un mero lienzo con trazos (cuadro), una simple piedra con forma (escultura), una creación de espacios sin más (arquitectura), unos sonidos encadenados (música) o una sucesión de palabras que parecen decir algo (poesía o literatura en general), sino que la obra de arte es un objeto material a través del cual el artista ha sido capaz de mostrarnos algo auténticamente decisivo de la realidad.
Fuente: apuntesparautodidactas.wordpress.com
