Estar más atento. Ése es mi propósito para este año. Porque es en el día a día donde nos perdemos en las emociones y los pensamientos negativos, es allí donde tenemos que actuar, estar pendientes, más alertas. Quizás podemos meditar u orar con cierta serenidad. Pero a veces no podemos alcanzar ese estado cuando, en la calle, alguien nos muestra una mala cara o simplemente, cuando los demas no hacen lo que nosotros esperamos que hagan. Ni que decir cuando no ocurre lo que deberia, segun nuestro criterio, estar ocurriendo.
Así es que me propongo salir de los horarios y espacios sagrados y especiales, para comenzar a llevar una vida espiritual donde más dificil me resulta. En lo cotidiano. Y para eso, debo estar más atento. Atento a lo que digo, a lo que hago, a lo que pienso y a lo que siento.
Este año estaré más observador de mi mismo. Porque sólo así, conociendome en lo cotidiano, sabré cuando respirar profundo justo en el momento antes de perder la paciencia. Podré disculparme a tiempo de quien pueda ofender para no tener que llegar el enojo. Y sabré en que momento callarme y cuando hablar, para asi ser más amoroso con quienes comparto mi vida.
Si me observo, entenderé más rapidamente que mi enojo es una reacción por alguna frustración pasada, pero que poco tiene que ver con lo que está pasando o con la persona que tengo frente a mi, en ese momento.
Si estoy más atento, bastará un instante para comprender que el miedo que tengo a lo que voy a hacer es porque mi mente quedó atrapada en algo que me pasó o en un juicio, pero no necesariamente está anticipandome el futuro. Si vivo más alerta, incluso, podré elegir una manera más saludable de alimentarme, evitando saciar en el refrigerador…una pena que está en el corazón.
Creo que es la mejor decisión que puedo tomar al comenzar este año. Si, quiero estar más atento para vivir una vida amorosa cada dia, a cada momento. Conmigo y con los otros. Pero empezando conmigo.
Fuente: http://www.vivirenlazona.com/index.php?sec=articulos&op=detalle&id_not=227
