
¿Dónde está la felicidad?
Si formuláramos seriamente la pregunta ¿qué es la felicidad? Nadie responderÃa de la misma manera y aún serÃan muchos los que se quedarÃan sin saber qué responder. La felicidad es un estado perfecto que se desea pero que no se puede definir, pues afecta a todos los planos de nuestra expresión humana y al conjunto en su totalidad.¿Dónde radica la felicidad? ¿En las satisfacciones materiales y sensibles? ¿En los sentimientos? ¿En la tranquilidad psicológica? ¿En una buena suma de conocimientos? ¿En una respetable certeza espiritual? ¿Está en uno sólo de ellos o en todos a la vez?
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Fuente :Â http://www.filosofiaparalavida.pe/
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La mayorÃa de las personas entiende la felicidad de manera algo abstracta, colocándola desde el principio tan lejos y tan alto, que todo esfuerzo por alcanzarla se vuelve estéril.
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El problema es evidente: no sabemos en qué consiste la felicidad, pues cada vez que creemos lograrla, advertimos que no llegamos al estado de plenitud que nos habÃamos propuesto.
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Se impone pues revisar nuestras ideas y consiguientes actitudes. Debemos aclarar nuestros objetivos. ¿Qué es la felicidad para cada uno de nosotros? Resulta mucho más útil empezar por cosas sencillas, al alcance de nuestras posibilidades y bien concretas ya sea en el plano fÃsico o espiritual. Preguntarnos si nos gusta pasear, leer, meditar o rezar; al analizar cada cual su esquema personal sabrá descubrir su cuota de felicidad.
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Damos algunas pautas para encontrar qué cosa nos gusta verdaderamente:
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El cuerpo tiene sus satisfacciones y al contrario de lo que supone, éstas no siempre se hallan en los sentidos.
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La psiquis requiere su propia dicha; y al contrario de lo que cree la mayorÃa, ésta no deriva de sentirse amado o comprendido, sino de saber amar y comprender, incluyéndose uno mismo sin caer en el egoÃsmo ciego.
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La mente no es feliz acumulando conocimientos, sino borrando dudas. Valen más unas pocas ideas que mil conceptos sin relación entre sà y sin practicidad para la vida diaria.
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Y el espÃritu, aunque no del todo presente y desarrollado, tiene sus metas a las que casi nunca llegamos porque ni siquiera prestamos atención a esa cúspide escondida entre las nubes de la personalidad. Al espÃritu le satisfacen los alimentos espirituales y nosotros estamos en condición de poderlos ofrecer con sólo vivir digna y eficazmente un Ideal.
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Sabemos que somos felices cuando empezamos a disfrutar de las cosas sencillas, cuando la sonrisa surja fácilmente en nuestros labios, cuando estemos atentos a aprender algo nuevo todos los dÃas y avanzar sin prisa y sin pausa hacia las metas que nos hemos trazado.
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Descubrir que somos auténticos seres humanos y no simples accidentes existenciales, descubrir que podemos vivir mucho más allá de nuestras apetencias sensibles; descubrir que podemos dirigir nuestros sentimientos para no herir a los demás y no herirnos a nosotros mismos; descubrir que el mundo está lleno de belleza y armonÃa aunque no siempre se muestren claramente; todo ello hace brotar una sana alegrÃa interior que podrÃamos definir con bastante acierto como felicidad.
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Delia Steinberg Guzmán
Directora Internacional de Nueva Acrópolis
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FilosofÃa
